En esta ocasión te traigo una receta muy sencilla que puedes
hacer en la comodidad de tu casa y puedes encontrar los ingredientes en la
tiendita de la esquina.
¿listo? ¡Comenzamos!
Porción: Aprox. 15 personas
Tiempo de preparación: Aprox. 30 min
Ingredientes:
1 barra de queso philadelphia o queso crema
1 lata de leche evaporada
1 lata de lechera o leche condensada
2 paquetes de galletas marías
Jugo de limón al gusto (yo suelo usar limón y medio)
Utensilios:
Licuadora
Refractario o recipiente con fondo y alto
Cuchara
Cuchillo (para el limón o para partir las galletas si se
llega a dar el caso)
Exprimidor
Procedimiento:
Echar el queso crema (o philadelphia) en la licuadora, la
lata de leche evapora, la lata de leche condensada y licuarlo.
Hasta que esté todo incorporado echarle jugo de limón según
su preferencia, no hay una medida exacta, es cuestión de gustos, solo recomiendo
que lo pruebes hasta que sientas el sabor del limón presente, pero que no
opaque, ya que si lo hace puedes agriar la mezcla; también cabe mencionar que
la mezcla tiene que quedar un poco espesa.
Por otra parte, en un recipiente con fondo plano y alto
pones una capa de galletas Marías un poco encimadas unas con otras haciendo
filas, (si por alguna razón te sobran o te faltan puedes quitarle o bien
agregar más) verter un poco de lo licuado, lo esparces por toda la superficie
dejando una capa más o menos gruesa como de medio centímetro y vuelves a poner
otra capa de galletas Marías hasta que te termines las galletas o bien, sientas
que es suficiente.
Debes terminar con la capa de la mezcla. Tapas el molde con
plástico o tapadera si tienes y lo refrigeras por 3 horas, lo partes como cualquier
pastel, la galleta debe estar blanda y la mezcla debe estar firme.
Al final puedes decorar como quieras, poner cascara de limón
rayada, poner algunas rodajas en la superficie, decorar con galletas y limón o
como te lo imagines, para eso no hay límites.
Y ¡LISTO!
¿Ves? No es muy difícil, solo es cuestión de gusto y dedicación.
Esta receta me la enseñaron en el kínder, por lo que si
gustas puedes hacerlo con tu hijo, sobrino, nieto o tu hermano menor, no hay
nada de fuego de por medio, por lo que lo hace un momento de convivencia y
creatividad.
¿Ahora puedes ver más usos para estas delicias?
¿Te gustó la receta?
Comenta que otro tipo de recetas te gustaría aprender a base
de galletas.
Hasta la próxima.
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